Nos levantamos temprano y cogimos fuerzas en el desayuno. A las 9 empezamos a andar, durante todo el camino hasta llegar a PortoMarin, nuestro destino, pudimos disfrutar de su paisaje verde y sus aguas recorriendo en todos los rincones. Además también pudimos ver las casas típicas de aquí, y algunas vacas. Después de una larga jornada, llegamos a nuestro destino, donde volvimos a coger fuerzas. La tarde la tuvimos libre para descansar y pasear por las calles de este pequeño pueblo.