Comenzamos nuestro día temprano con muchas nubes pero con ganas, porque siempre queda un rayito de sol que nos hace continuar. Tras esto nos subimos en nuestro autobús y nos dirigimos al mercado local de Barcelos y volvimos cargados de cerámica típica de aquí, souvenirs y alguna que otra prenda para el frío. Después nos fuimos a comer el típico bacalao portugués y seguido nos trasladamos a Braga para disfrutar de los 577 escalones que llevan al magnífico monasterio de Bom Jesús do Monte, uno de los lugares más emblemáticos de Braga, que hizo que nos quedáramos maravillados al verlo y al poder observar desde allí las magníficas vistas de la ciudad. La arquitectura barroca con sus detalles ornamentados y sus imponentes escaleras nos dejó sin aliento. Nos maravillaron los detalles intrincados de las estatuas y las esculturas.
Dentro de la iglesia, quedamos muy sorprendidos por la belleza del altar mayor. La luz del sol entraba por las ventanas y creaba un ambiente cálido y acogedor en el interior.
Al final del día visitamos el centro histórico de Braga donde pudimos disfrutar de sus monumentos. El sol de la tarde brillaba sobre las coloridas fachadas de las casas mientras caminábamos por las estrechas calles empedradas. La ciudad, una de las más antiguas de Portugal, es conocida por su rica historia y su arquitectura impresionante.
Por último, nos sentamos en una de las muchas terrazas con vistas al centro histórico de Braga. Disfrutamos de un café portugués y de dulces típicos de la zona. Fue una tarde relajante y maravillosa en una ciudad llena de historia y belleza. #ErasmusPlus #IESFranciscodelosRios