Nos despedimos de Katerina, nuestra host en Lamia, donde se quedó un poquito de corazón español.
Salíamos hacia España desde Atenas, así que era obligada la visita a la ciudad. Es la capital del país y cuenta con casi 6 millones de habitantes, entre la propia ciudad y el área metropolitana. Ciudad ruidosa, de tráfico caótico, llena de turistas, pero maravillosa.
Mires desde donde mires, la Acrópolis preside imponente allá en lo alto. El museo de la Acrópolis, un edificio moderno cuyo tercer piso está orientado hacia el Partenón y construído con sus mismas dimensiones, guarda los tesoros más importantes hallados en la Acrópolis, salvo los que posee el British Museum.
Pasear por el barrio de Plaka hasta Monastiraki o perderse por las calles estrechas y blancas, como andaluzas, del barrio de Anafiótica es un placer.
Llama mucho la atención de cualquier turista el cambio de guardia ante el Parlamento, por la indumentaria tan particular de los soldados y los movimientos, casi danza, que ejecutan.
Irremediablemente, tocó ir al aeropuerto y regresar sabiendo que el viaje ha sido fructífero y que nuestro programa #ErasmusPlus ya cuenta con amigos griegos.
Hasta pronto, con mucho cariño del #IESFranciscodelosRios