En la tercera etapa del camino tuvimos que hacer frente a la conocida como “la rompepiernas”, etapa que es destacada por ser la más larga del camino francés en la cual tuvimos que recorrer 28 km desde Palas de Rey hasta Arzúa. El inicio de esta estuvo marcada por la incertidumbre de no saber cómo enfrentar la gran distancia a la que nos teníamos que poner a prueba, pero finalmente conseguimos superarla con éxito y con una gran satisfacción al ver toda la distancia que habíamos recorrido y el orgullo que eso supuso para nosotros.